
En este establecimiento nunca oyeron hablar, ni se imaginaron de la posibilidad de la doble negación.
O simplemente en esta tienda no aceptan dinero, o no aceptan billetes que no estén rotos, rayados, que no sean viejos, y que no sean falsos.
Lo que me pone a pensar: ¿por qué no viejos? Yo qué culpa sime pagaron con un billete de 1993 y no con uno recién salidito de la casa de moneda.
Tal parece la gente no quiere ganar dinero, ni viejo ni falso ni rayado ni con leyendas.
Ni modo, Netzahualcóyotl tendrá que reservarse su ya de por sí diminuto poema.
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